domingo, 18 de noviembre de 2012
Realización del Informe
Un Informe escrito consta de las siguientes partes:
1. Portada
2. Tabla de contenido
3. Introducción
4. Objetivo o Objetivos
5. Cuerpo o Desarrollo del trabajo
6. Conclusiones
7. Bibliografía o Cibergrafía
1. Portada
En esta parte presentas tu información personal (nombre, curso, cargo, etc.) y la de la institución o persona al cual va dirigido el informe. Según la estructura que prefieras utilizar puede varian el orden de los datos, por ejemplo yo te presento una portada con normas APA:
2. Tabla de contenido
Se realiza con el fin de presentar el orden del trabajo y su extensión, se numera cada una de las paginas, iniciando desde la portada (la cual no se incluye en la tabla de contenido ni se le coloca número al final de la página) El conteo inicia con la introducción, seguido de los objetivos y así sucesivamente. Se tienen en cuenta los subtítulos importantes en la tabla de contenido y se les pone frente al número de página correspondiente.
3. Introducción
Aquí se hace una presentación preliminar del informe, en el cual se explica por qué, para qué y para quién ha sido realizado, además se explica un poco de trata el tema a exponer en el informe, este no debe contener muchos detalles porque se repetiría en el desarrollo real del informe, hay que ser cuidadosos con esta presentación.
Aquí tengo un ejemplo de una introducción que yo hice para un trabajo sobre la comunicación, es corta pero igual puede servir para ilustrar un poco la situación:
"Este informe está enfocado a presentar de manera precisa una interpretación de la comunicación, teniendo en cuenta su definición, componentes, aspectos y procesos relevantes para que se dé, desde una perspectiva amplia, teniendo en cuenta su pasado, su presente y su futuro. Tener un entendimiento de la comunicación en su sentido más puro, implica hacer un ejercicio de lectura profundo y de recopilación de varias fuentes, buscando exponer una relación clara en el concepto, abarcando por supuesto, la comprensión lectora del autor.
Cabe mencionar que el proceso de comunicación ha permitido el desarrollo del ser humano a través de la historia, ya que su uso facilita la creación y mejora de nuevos elementos, además de proveer y extender globalmente las ciencias que existen. La información se divulga gracias a la comunicación, sus redes conectan a las personas, haciéndolas participar de forma directa o indirecta en el proceso, proporcionando un intercambio de mensajes e ideas.
En cuanto a la parte académica de este informe, el docente se encuentra comprometido con la orientación y evaluación de esta actividad, con la cual se lograría superar procesos pendientes con el área a cargo. El compromiso sobre este informe de lectura es vital para favorecer el aprendizaje y la aplicación correcta de los conocimientos adquiridos durante la formación.
Se espera dominar los conceptos y teorías leídas para dar a conocer lo más representativo de la comunicación. Este proceso enriquecerá al autor, pues le proveerá nuevos conocimientos y le hará mejorar su comprensión y redacción"
4. Objetivo o Objetivos
Si el informe requiere de un solo objetivo, este debe abarcar con profundidad el para qué se realiza, en el caso del informe de comunicación que hice mi objetivo fue el siguiente:
"Presentar un escrito de comprensión lectora sobre la comunicación de manera clara y precisa, identificando sus elementos, su proceso y la divulgación que esta tiene, haciendo uso de los conocimientos y postulaciones de diversos autores"
Si se requiere un objetivo general y luego unos específicos, es claro tener en cuenta que el objetivo general describe el fin único del informe, sin extenderse demasiado, y los objetivos específicos serían los pasos en orden para lograr dicho objetivo general. Este es un ejemplo de otro trabajo que hice, el cual contaba con objetivo general y objetivos específicos:
Objetivo General: "Aplicar los conocimientos más básicos del lenguaje Java para poder desarrollar una solución computacional en la que se utilicen cálculos, se desarrollen acciones en base a decisiones y se repitan instrucciones, orientado a los grados superiores de las instituciones públicas del municipio de XXXXX"
Objetivos Específicos:
" •Presentar los elementos básicos de java para el inicio de trabajo: instalación del software, hacer distinción entre aplicaciones.
•Entender cómo se compila y ejecuta un applet y una aplicación.
•Comprender el uso y manejo de variables y operaciones aritméticas, utilizando la jerarquía de los operadores aritméticos para realizar cálculos complejos.
•Interpretar el concepto de decisión en el lenguaje de programación Java, manejando los diferentes tipos de decisiones y usando la lógica para utilizarlas en una solución.
•Hacer uso del estatuto switch para facilitar el desarrollo de soluciones que requieren gifs anidados, además de entender la forma en la que se manejan los ciclos variables para la solución de problemas que lo requieran."
5. Cuerpo o desarrollo del informe
Se desarrolla el objetivo, se explica y se expone completamente el objeto de estudio o de consulta, relacionando las citas y autores correspondientes cuando se haga uso de expresiones copiadas de un texto.
De forma personal una buena forma de desarrollar el tema de informe es iniciar con la definición, de la cual se pueden obtener dos o tres diferentes con varios autores y de ahí partir a explicar que comprensión ha dejado.
Se puede continuar con los tipos, elementos, aspectos relevantes que lo conforman, así como con sus características principales, explicándolas con tus propias palabras, un poco de historia, repercusiones en la sociedad (si las tiene). Al finalizar puedes presentar un pequeño resumen de lo que has aprendido del informe.
Es importante resaltar que las citas de los autores van en letra cursiva y entre comillas, ya sea que le agregues una nota al pie de página o incluyas el autor y el año inmediatamente seguido del texto tomado.
6. Conclusiones
Son el recuento final del informe, se destacan los aspectos mas importantes y relevantes en ideas no muy extensas. Pueden ser varias pero no sobrepasar mas de 8.
7. Bibliografía o Cibergrafía
Con este aspecto se verifica que efectivamente se ha consultado sobre el tema y se entregan las fuentes de donde se ha sacado la información. Dependiendo de las normas de presentación que sigas debes acoplar tu bibliografia o cibergrafia.
La bibliografia consta de textos como libros, revistas, articulos, tesis, manuales, etc., que son sacados de la biblioteca y que son fisicos o electronicos (electronicos siempre y cuando esten completos y sean originales).
La cibergrafia son todas las páginas web, archivos web utilizados para la investigación, es bueno que cuentes con una cibergrafia confiable, es decir que tenga autor y fecha de publicación por lo menos.
Una buena manera de obtener cibergrafia complementaria y muy confiable es por google Académico, al cual puedes acceder en este enlace:
http://scholar.google.com/schhp?hl=es
Para hacer tu bibliografía o cibergrafia más rápido con normas APA, microsoft word ofrece una herramienta para lograrlo, esta en la pestaña referencias, das clic a administrar fuentes, en el cuadro que sale das nuevo, llenas la información, das aceptar. Las referencias van apareciendo a un ladito, cuando termines de agregar todo, cierras la ventana, vuelves a la pestaña referencias y das clic en bibliografia, en la parte inferior dice agregar bibliografía, le das clic y el te agrega automáticamente tus referencias en orden alfabético.
martes, 6 de noviembre de 2012
TEMA 2. MÉTODOS DE LA FILOSOFÍA
1. Cómo aprender a preguntar
Toda reflexión filosófica se inicia con una buena pregunta.,
Incluso, cuando comenzamos a pensar o a dialogar con una
afirmación, el primer signo de actitud filosófica es que inme-
diatamente la ponemos en cuestión mediante una pregun-
ta. Pero, no todas las preguntas son iguales. Debemos
aprender a distinguir preguntas filosóficas de preguntas que
no lo son, aprendiendo a preguntar de modo filosófico.
Preguntas filosóficas clásicas
Hay preguntas filosóficas clásicas que nos sirven de mode-
lo para aprender a preguntar. Por ejemplo:
• ¿Qué es la justicia?
• ¿Qué es la ciencia?
• ¿Qué es la felicidad?
En todos estos ejemplos se pregunta por la definición de
un concepto básico. Son preguntas que tienen la forma:
"¿Qué es X?". Esta es una forma típica de preguntar de
modo filosófico.
Para que la pregunta sea filosófica no tenemos que estar
pensando en temas tradicionales. Una pregunta como:
"¿Qué es una empresa?" es filosófica, si lo que queremos
es pensar el concepto de empresa. y no simplemente
obtener una definición de diccionario.
1.1 Cómo poner en cuestión
Otra forma de preguntar de modo filosófico es indagar por
las razones en las que se apoya una creencia. Todos tene-
mos opiniones sobre muchos temas, pero empezar a filoso-
far implica ser capaces de ponerlas en cuestión, examinando
su validez. Como la validez de un pensamiento depende
en buena medida de los argumentos que lo sostienen, el
que filosofa siempre pide argumentos. Por ejemplo:
• ¿Por qué pensar que matar es malo?
• ¿Por qué creer que existe una realidad objetiva?
• ¿Por qué se afirma que tenemos alma?
Nótese que lo que se pregunta en cada caso es por razo-
nes o argumentos para creer algo. Es muy distinto cuan-
do se pregunta por la causa de algo, por ejemplo: 11 ¿Por
qué llueve?". Esta es una pregunta científica, no filosófi-
ca. Por tanto, no toda pregunta que comienza por un
"¿Por qué ... " es filosófica.
Como la validez de un pensamiento depende
en buena medida de los argumentos que lo
sostienen) el que filosofa siempre pide
argumentos.
1.2 EN QUE ME DEBO BASAR?
Al filosofar debo buscar razones sé idas para basar mis creen-
cias. En el siguiente tema estudiarás diferentes formas de
argumentar una posición.
Sea lo que hagas para apoyar tu opinión, debes permane-
cer alerta y no contentarte con la primera respuesta que
se te ocurra. El examen de las creencias debe ser continuo,
lo que significa que también es necesario cuestionar y
evaluar los argumentos. Un buen filósofo siempre pre-
gunta: 11 ¿El argumento es bueno?".
1.3 Dudar de forma radical
La búsqueda de la certeza puede convertirte en un pen-
sador exigente. La práctica de la filosofía implica una
buena dosis de escepticismo. El que adopta una actitud
escéptica es alguien que se mantiene despierto, examinan-
do cuidadosamente el valor de cada pensamiento y argu-
mento que se le ocurra o se le presente.
La duda es inseparable de la filosofía: el que filosofa no
confía ciegamente en cualquier opinión y, sobre todo,
duda de la propia.
La duda puede aumentar en intensidad y alcance, puede
ser cada vez más radical. Si esto sucede, con cada nueva
pregunta se ataca de manera más profunda la raíz de un
asunto.
Aprender a dudar de lo más básico Y obvio, hace parte del
quehacer filosófico. Cuando ya dudamos incluso de nuestra
propia existencia, lIamámos a esta postura duda metafísica.
1.4 Por qué mis opiniones son cuestionables?
También debes permitir que otros te pregunten, cuestionen lo que opinas y te lo critiquen. Como no existen verdades absolutas y todas requieren de evaluación crítica, no te apegues a tus opiniones como si fuesen parte de ti.
1.5 Un método filosófico clásico
Todo método filosófico es un camino para hallar la verdad. El filósofo griego Platón y su maestro Sócrates practicaban el método de dialogar con otros, debatiendo creencias y examinando argumentos. Sócrates acostumbraba hacer preguntas a sus interlocutores para ponerlos en cuestión.
1.6 Cómo funciona la refutación socrática
Paso 1: Preguntar por una definición
Uno de los interlocutores, lIamémoslo Q, formula una pre-
gunta de la forma: "¿Qué es X?" o de la forma: "¿X es Y o
X es Z?". Pregunta, por tanto, por la definición de un con-
cepto.
El otro interlocutor, lIamémoslo H, responde lanzando una
hipótesis: una oración que exprese una creencia y en la que
se defina el concepto.
Paso 2: Pedir que se aclare la definición
Renglón seguido, Q le pide a H, mediante preguntas, que
aclare el sentido de su afirmación. Puede preguntarle si lo
que ha dicho implica creer en otra cosa.
Paso 3: Sacar implicaciones inaceptables de las tesis
aceptadas
Q le pregunta a H si a partir de las tesis que ha aceptado no
se deducen conclusiones inaceptables para H.
Paso 4: Consumar la refutación
Q le hace ver a H que mantener la hipótesis inicial sólo se
puede hacer aceptando las tesis que implica y que si él no
está de acuerdo con esas tesis, debe rechazar la hipótesis. Si
la hipótesis es rechazada, se la considera refutada y H debe
lanzar una nueva para que el proceso se repita. Si H mantie-
ne la hipótesis y las tesis implicadas, Q continúa aplicando
los pasos 2 y 3.
1.7 Cómo preguntar de modo filosófico?
1.Preguntarse por la definición de un concepto
¿Qué es X?
2. Preguntarse por las razones para apoyar una creencia
¿Por qué razón creer que P?
3. Preguntarse por la calidad de los argumentos
¿El argumento X es bueno?
1.8 Métodos filosóficos basados en preguntas
Duda Radical: considerar como inaceptable lo que ofrezca la más mínima duda.
Duda Moderada: Examinar continua y cuidadosamente cada paso de la reflexión.
Refutación Socrática: Poner a prueba una opinión preguntando si de ella se extraen conclusiones inaceptables.
2. Cómo aprender a analizar
El examen de las propias creencias y de las ajenas no consiste solamente en preguntar por los argumentos que las apoyan y evaluarlos. Cómo el método de la refutación socrática enseña, filosofar también consiste en pensar loas implicaciones de una creencia y examinarlas. Pero ambas cosas no son posibles si antes no es claro lo que la creencia significa, si antes no se ha analizado su contenido.
2.2 Cómo analizar el contenido de una creencia
Toda creencia o toda opinión se expresa por lo general en
una oración completa con sentido. Analizar el contenido
de una creencia es preguntarse por el significado de
cada una de las partes de la oración con la que se expre-
sa la creencia.
2.2.1 El significado de los términos clave. Por supuesto, no
todas las partes generan dificultad, así que hay que
aprender a distinguir los términos clave. Por ejemplo,
si yo afirmo que "Todo lo que vivo es un sueño" o que
"Una opinión es verdadera dependiendo del punto de
vista de cada cual", en cada oración puedo distinguir
términos clave: "lo que vivo" y "sueño" en la primera
y "verdadera" y "punto de vista de cada cual" en la
segunda. El análisis consiste en preguntar qué es lo que
se debe entender por cada uno de esos términos.
2.2.2 Afirmaciones sin sentido . El análisis puede permitir desechar creencias o preguntas sin sentido. Ejemplo: Donde está el espacio? Es una pregunta absurda, pues la definición más básica del término clave “espacio” es la de un lugar en el que todo se encuentra.
2.2.3 Técnicas para aclarar el significado de un término. En qué sentido se está usando la palabra X, o qué es lo que en este contexto se entiende por X.?. Pero Cómo saber lo que la palabra está significando?:
2.2.3.1 Pensar en el término opuesto. Blanco-vs negro, Subjetivo vs objetivo.
2.2.3.2 Pensar en un ejemplo. Así le ayudo a la otra persona entender de qué estoy hablando.
2.2.3.3 Utilizar la estrategia de la traducción. Reemplazo el término con una palabra que no altere el significado de la creencia.
Cómo analizar una pregunta
Es fácil formular una pregunta con apariencia filosófica y lan-
zarse, sin más, a responderla. Pero así como toda opinión
requiere de un análisis previo, también las preguntas deben
ser analizadas, pues podemos caer en la trampa de hacer
preguntas que suponen cosas falsas, inciertas o discutibles.
Si alguien nos pregunta: ¿desde hace cuánto no asesinas
iguanas para comértelas?, no le debemos responder. La
pregunta supone que en el pasado hemos consumido
iguanas yeso puede ser falso. También supone que hemos
comido iguana y, aunque eso puede ser cierto, el uso de
palabra "asesinato" en la pregunta supone que hemos
echo algo malo, lo que es discutible.
Si la pregunta que se nos plantea contiene un término no
definido previamente, hay que examinar su sentido de la
misma forma que se hace en el caso de las opiniones. La
pregunta por la definición, "Quién es X", es el tipo de pre-
gunta ideal para iniciar una reflexión filosófica, ya que no
suponen nada y obligan más bien a analizar y posteriorente evaluar las posibles respuestas.
3. COMO APRENDER A ANALIZAR
El examen de las propias creencias y de las ajenas no con-
siste solamente en preguntar por los argumentos que las
apoyan y evaluarlos. Como el método de la refutación
socrática enseña, filosofar también consiste en pensar las
implicaciones de una creencia y examinarlas. Pero ambas
cosas no son posibles si antes no es claro lo que la creen-
cia significa, si antes no se ha analizado su contenido.
3.1 Cómo analizar el contenido de una creencia
Toda creencia o toda opinión se expresa por lo general en
una oración completa con sentido. Analizar el contenido
de una creencia es preguntarse por el significado de
cada una de las partes de la oración con la que se expre-
sa la creencia.
3.1.1 El significado de los términos clave. Por supuesto, no
todas las partes generan dificultad, así que hay que
aprender a distinguir los términos clave. Por ejemplo,
si yo afirmo que "Todo lo que vivo es un sueño" o que
"Una opinión es verdadera dependiendo del punto de
vista de cada cual", en cada oración puedo distinguir
términos clave: "lo que vivo" y "sueño" en la primera
y "verdadera" y "punto de vista de cada cual" en la
segunda. El análisis consiste en preguntar qué es lo que
se debe entender por cada uno de esos términos.
3.1.2 Afirmaciones sin sentido. El análisis puede permitir
desechar creencias o preguntas sin sentido. "¿Dónde
está el espacio?" es una pregunta absurda, pues la defi-
nición más básica del término clave "espacio" es la de
"el lugar en el que todo se encuentra". Otro ejemplo:
si afirmo que "el terremoto tiene la intención de hacer-
nos daño", también digo algo absurdo, pues la palabra
clave "intención" sólo se aplica a personas y en casos
excepcionales a animales.
3.1.3 Técnicas para aclarar el significado de un término. ¿En
qué sentido se está usando la palabra X? o ¿qué es lo
que en este contexto se entiende por X? son excelen-
tes preguntas para analizar el contenido de una afirma-
ción.
Pero ¿cómo saber lo que la palabra está significando?
He aquí tres métodos efectivos:
a- Pensar en el término opuesto. Si me cuesta trabajo
pensar qué puede significar "subjetivo" en una frase,
puedo pensarlo como el opuesto de "objetivo".
Pero si opongo "subjetivo" a "verdadero", cometo
un error, pues "subjetivo" no es lo mismo que
"falso".
b- Pensar en un ejemplo. Así le ayudo a la otra persona
a entender de qué estoy hablando. Si no encuentro
con facilidad el ejemplo, es muy probable que tenga
un concepto confuso.
c- Utilizar la estrategia de la traducción. Busco una
palabra con la que pueda reemplazarse el término en
cuestión sin que se altere el significado de la creen-
cia. Quizás la nueva palabra sea más clara. Quizás
incluso deba cambiar la palabra.
3.2 Cómo analizar una pregunta
Es fácil formular una pregunta con apariencia filosófica y lan-
zarse, sin más, a responderla. Pero así como toda opinión
requiere de un análisis previo, también las preguntas deben
ser analizadas, pues podemos caer en la trampa de hacer
preguntas que suponen cosas falsas, inciertas o discutibles.
Si alguien nos pregunta: ¿desde hace cuánto no asesinas
iguanas para comértelas?, no le debemos responder. La
pregunta supone que en el pasado hemos consumido
iguanas yeso puede ser falso. También supone que hemos
comido iguana y, aunque eso puede ser cierto, el uso de
la palabra "asesinato" en la pregunta supone que hemos
hecho algo malo, lo que es discutible.
Si la pregunta que se nos plantea contiene un término no
definido previamente, hay que examinar su sentido de la
misma forma que se hace en el caso de las opiniones. La
pregunta por la definición, "Quién es X", es el tipo de pre-
gunta ideal para iniciar una reflexión filosófica, ya que no
suponen nada y obligan más bien a analizar y posterior-
mente evaluar las posibles respuestas.
3.2.1 Cómo dialogar armentativamente
Para que nuestras reflexiones sean cuidadosas y bien hechas, es bueno disponer siempre de algún interlocutor que las cuestione. En este sentido, el diálogo filosófico, o diálogo argumentado, es uno de los mejores métodos para pensar con rigor.
Una discusión filosófica no debe entenderse como una pelea. Al dialogar nos podemos ver obligados a aceptar que estamos equivocados, que no hemos perdido, sino que hemos ganado, pues se ha aprendido algo nuevo.
3.2.2 Tipos de desacuerdo
Por lo general, un debate se origina en un desacuerdo. Para
desarrollar con rigor un diálogo argumentado, hay que
comenzar por identificar el tipo de desacuerdo. ¿Sobre qué
estamos debatiendo?, es una útil pregunta filosófica
Desacuerdos verbales. Cuando las personas no están
de acuerdo en el uso de una palabra. Se resuelve
haciendo precisión sobre el término, acordando un
nuevo uso del término o cambiándolo.
Desacuerdos sobre la verdad de una creencia. Se
resuelve defendiendo la creencia con argumentos que
la hagan evidente, atacando la creencia con argumen-
tos que muestren su falsedad, proponiendo un contrae-
jemplo o sencillamente cambiando de creencia.
Desacuerdos sobre la pertinencia de un argumento.
Cuando las personas no están de acuerdo en que el
argumento sirve para sustentar la tesis en discusión. Se
resuelve defendiendo el argumento con nuevos argu-
mentos que lo hagan relevante o cambiando el argu-
mento.
Desacuerdos con respecto al peso de un argumen-
to. Cuando las personas no están de acuerdo en que el
argumento es bueno. Se resuelve defendiendo el argu-
mento con nuevos argumentos que lo hagan más fuer-
te o cambiando el argumento.
3.2.3 Qué argumentos son mejores
Cuando dialogamos argumentadamente debemos eva-
luar los argumentos propuestos. Pero ¿cómo saber si un
argumento es mejor que otro? Estudiando los tipos de
argumentos y sus reglas de construcción; es decir, estu-
diando lógica. Por el momento, podemos aprender a usar
dos procedimientos elementales para poner a prueba un
argumento:
• El test de validez. Cada vez que alguien proponga un
argumento, distingamos las razones o premisas ofreci-
das de la tesis o conclusión que se quiere defender.
Luego de ello, preguntemos: ¿la pretendida conclusión
del argumento puede establecerse sl-rnpre a partir de
las razones ofrecidas? Si la respuesta :./ .va, recha-
zamos el argumento; si es afirmativa ' .. ~ .mos acep-
tar como un argumento válido.
• El test de las premisas. Si el argumento es válido, pasa-
mos al segundo test. Esta vez preguntamos: ¿Son cier-
tas las premisas? Si no son ciertas, rechazamos el
argumento; si son ciertas podemos concluir que el argu-
mento es sólido o bueno.
3.2.4 Reglas para dialogar argumentadamente
El fin de un diálogo argumentado en filosofía es llegar a 1
una verdad, llegar a un acuerdo sobre lo que se debe
hacer, o aumentar la comprensión. Si sólo persigues la
victoria o la fama en una discusión, no estás filosofando.
La regla básica es, por lo tanto, dialogar con el propósi-
to de lograr una meta común, valiosa en sí misma. He
aquí otras reglas:
• Principio cooperativo. Coopera haciendo aportes que
permitan lograr el objetivo común.
• Regla de cantidad. Di sólo lo necesario. Y lo suficiente.
• Regla de cualidad. Sé honesto. Di lo que creas que es
verdad. Obvio: ¡Argumenta bien!
• Regla de relevancia. No cambies el tema.
• Regla de modo. Se claro, preciso y ordenado.
Por supuesto estas reglas suponen ciertas actitudes por
parte de los interlocutores. Si eres una persona terca, obs-
tinada, poco consecuente, pedante, dogmática o indiferen-
te a lo que los otros piensan, es lógico que la conversación,
si es que se logra hacer, no irá a ninguna parte. Tienes que
tener mente abierta, ser sencillo y paciente.
3.2.5 Pasos para dialogar argumentadamente
1. Estar dispuestos a cumplir con las reglas y tener la acti-
tud necesaria.
2. Identificar el tipo de desacuerdo y actuar en conse-
cuencia.
3. Evaluar cada argumento aplicando:
• El test de validez.
• El test de las premisas.
4.Cómo aprender a interpretar
texto
Muchas veces discutimos sobre la forma correcta de interpretar un texto. La filosofía se desarrolla en su mayor parte en los escritos y muchos debates en filosofía son sobre la manera adecuada de interpretarlos. ¿Existen interpretaciones
objetivas? O ¿toda interpretación es puramente subjetiva?
Es evidente que los prejuicios, que no son otra cosa que hábitos de pensamiento que no hemos examinado críticamente, influyen enormemente en la interpretación de un texto. Solemos leer buscando encontrar lo que ya creemos
solemos atribuirle al texto nuestras propias opiniones.
La filosofía nos enseña a precavernos de estos malos hábitos de lectura y nos da las herramientas para que los prejuicios no se conviertan en obstáculo para la cmprensión de un texto.
4.1 Cómo asegurar mi interpretación
De esta forma podemos separar nuestras creencias previas de lo que el texto dice. Por lo general esto sólo se logra leyendo.
Cada vez que interprete algo debo hacer explícito el punto
o vista desde el cual estoy leyendo; eso al menos le per-
ite a los otros reconocer la intención de mi lectura.
4.2. Los textos filosóficos
Los textos filosóficos no son como las otras lecturas. Aunque
contienen información, ésta no es lo más importante.
Aunque algunos son literaria mente placenteros, esto no es
lo esencial. Los textos filosóficos se caracterizan, en cambio,
porque transforman nuestra manera de pensar.
Por lo general, los problemas de interpretación de un
texto filosófico se originan porque el lector no quiere que
el texto ponga en cuestión sus viejas creencias. Si leemos
con mente abierta, podemos permitir que el texto "nos
discuta". Al ponernos en la posición del autor del texto,
lo comprenderemos.
4.3.Pasajes conflictivos
Los pasajes de un texto filosófico que nos generan más
confusión son una invitación a filosofar. El propósito de
un texto filosófico es ponernos a pensar, estimulando
nuestra capacidad de razonar mediante inquietudes y
preguntas. Hay que ponerle atención a esos pasajes con-
flictivos. En muchas ocasiones no comprendemos lo que
un filósofo dice sencillamente porque insistimos en enten-
der las palabras que usa en un sentido propio y no en el
sentido del autor.
4.4.Cómo dialogar con el texto
Para llevar a cabo la tarea de comprender un texto no sólo
hay que permitir que el texto nos cuestione, también hay
que hacerle preguntas y ver si las responde. Hay que dia-
logar con el texto y ese diálogo es posible porque en cada
lectura podemos encontrar algo nuevo.
4.5. ¿Cuándo he comprendido?
La comprensión es una tarea abierta que nunca termina.
Sobre todo con textos filosóficos. Sin embargo, lo que allí
encontramos a menudo, es el recuento escrito que hace
un pensador del proceso de reflexión que lo llevó a una
conclusión, de la forma como trató una pregunta o de la
serie de pensamientos que lo condujo a otra.
En este sentido, todo texto filosófico tiene partes, contie-
ne argumentos y, por tanto, es posible analizarlo distin-
guiendo sus momentos más importantes, separando sus
razonamientos y distinguiendo sus preguntas y tesis más
importantes.
¿Qué es lo que el autor quiere probarnos? ¿Cuál es la pre-
gunta que está tratando de resolver? ¿Cuál es el argumen-
to? ¿Qué tesis está criticando? ¿Qué argumentos está
examinando? Todas estas son las preguntas que debemos
hacernos para comprender un texto filosófico.
Hay que tener en cuenta que en todo texto filosófico hay
la exposición de un diálogo implícito. Como filosofar es
razonar o argumentar sobre problemas, y para argumen-
tar hay que dialogar con tesis opuestas o alternativas, es
inevitable que en la presentación de una reflexión se
mencionen las posiciones adversas.
4.6. Una de las mayores dificultades en la comprensión de lec-
tura es la confusión entre las ideas propias del autor y las
que él mismo está cuestionando.
Ahora bien, no siempre lo que dice un filósofo es definiti-
vo. Es natural que en un momento del texto lance una
hipótesis que luego él mismo rechace. Pero esto es lógi-
co ya que se trata de la narración de un razonamiento en
proceso, de una reflexión en obra.
martes, 23 de octubre de 2012
¿Cómo se ha hecho Filosofía?
La gente suele considerar los grandes eventos del pasado
como situaciones superadas que no tienen ninguna rele-
vancia práctica en la actualidad. Esta actitud despreocu-
pada frente a la historia es perjudicial, puesto que, al
desconocer el pasado, estamos desechando la experien-
da de las generaciones que nos han precedido. Es una
ingenuidad creer que los problemas de nuestro tiempo
son muy distintos a los de épocas previas y, como se
podría creer, que la solución a esos problemas tampoco
ha cambiado demasiado. En este sentido la situación de
la filosofía no es la excepción.
¿Por qué la filosofía estudia su pasado?
Nos podríamos preguntar: si las preguntas básicas que
trabajaron los filósofos del pasado siguen siendo las mis-
mas preguntas de hoy, ¿por qué no se les ha encontrado
una solución definitiva? ¿No será porque no pueden ser
resueltas? Y si es así, ¿de qué sirve estudiar las filosofías
del pasado?
Para este asunto existen respuestas claras. En primer
lugar, hay que recordar que la filosofía no es un saco de
respuestas sino una actividad que se puede practicar de
diversas formas. La filosofía se experimenta yeso implica
que sólo se comprende cuando se ejercita y se vive ,en
carne propia.
Para ayudarnos a entender esto, comparemos la filosofía
con la natación. Cualquiera sabe que sólo hay un modo
de aprender a nadar: nadando. Nadie puede hacerlo por
uno y si uno no se echa al agua y por sus propias fuerzas
procura flotar y avanzar, no logrará nadar nunca. Algo
parecido ocurre con la filosofía. El ejercicio de la filosofía
es algo que te compete a ti y a nadie más y en tus manos
está el asumir el riesgo. Nadie va a pensar por ti.
Ahora, si queremos aprender a nadar y nos lanzamos en la
mitad del océano, en medio de un huracán, seguro nos aho-
garemos. Muchas personas interesadas en aprender filoso-
ña escogen ese tortuoso camino. Toman, por ejemplo, un
ro muy importante como la Crítica de la razón pura, del
I fo alemán Inmanuel Kant, y se lanzan en ella sin nin-
I tipo de preparación. El resultado es evidente.
Tras un difícil y estorboso pataleo en las primeras páginas,
ogan¡ es decir, desisten de la empresa y renuncian a la
filosofía.
Los más reconocidos filósofos han sido y seguirán siendo
siempre grandes nadadores en las aguas tormentosas del
pensamiento. Ellos no empezaron desde cero, tenían maes-
tros, leían a otros filósofos y, muy probablemente, comen-
zaron no en medio del océano, sino en un charquito. Sólo
que no tenían pereza y su pasión por la verdad, el bien o la
belleza, los arrastró siempre más allá de sus propios-limites.
No tenían miedo, eran arriesgados y valientes, pero alcan-
zaron grandes logros gracias a su disciplina, a la práctica y
a una gran dosis de paciencia.
En la Edad Media, el filósofo San Bernardo decía que para
poder ver más lejos, debíamos apoyarnos en los filósofos
antiguos, como quien se para en los hombros de gigantes.
Asume este libro de filosofía que comienzas a estudiar,
como una piscina de entrenamiento debidamente diseña-
da para que en ella se simulen fuertes corrientes y tormen-
tas. No creas que aquí no hay retos. Pero basta con que
sepas aprovechar las enseñanzas de los grandes maestros,
para que fortalezcas tus habilidades de pensamiento.
DIFICULTAD DE LA FILOSOFÍA
Hay una razón por la que la filosofía resulta particula
te difícil: en ella se formulan preguntas inquietantes
las cuales no siempre hay respuestas definitivas. Por
la filosofía consiste básicamente en aprender a pensar y
en memorizar, ni repetir lo que otros han dicho. La co
secuencia de esto es que al poner en obra la reflexión filo-
sófica, nos arriesgamos a cuestionar incluso aquellas
creencias y opiniones que consideramos más sólidas.
En síntesis, para algunos la filosofía parece difícil porque
obliga a pensar de un modo poco frecuente, ofreciendo
a veces más dudas que respuestas. Hacer filosofía, por
tanto, implica someterse a la duda profunda reconocien-
do la propia ignorancia.
El filósofo británico Bertrand Russell decía que algunas
ideas filosóficas pueden ser fáciles de enunciar, pero que
es difícil llegar a ellas con seguridad y comprender plena-
mente lo que significan. Lo cierto es que no se puede
entender una respuesta si antes no se ha comprendido
bien la pregunta.
Por ello, es perfectamente inútil estudiar el listado de res-
puestas que ofrece la filosofía si antes no hemos medita-
do las preguntas que la motivan.
Otra notable razón de la dificultad de la filosofía se deri-
va de la peculiaridad de su lenguaje. La filosofía no se
ocupa de objetos corrientes; de ahí que su lenguaje no sea
el lenguaje común. Los conceptos filosóficos encierran su
propia especificidad y su propio rigor, ambos necesarios
para la exposición teórica de sus indagaciones. Al igual
que las ciencias y los saberes particulares, la filosofía exige
la apropiación de sus nociones y categorías, las cuales por
lo general suponen un considerable grado de abstracción
y de generalización.
¿Qué alcance tiene la filosofía?
Otra de las dificultades que enfrentan los que se aproxi-
man por primera vez a la filosofía es que esperan dema-
siado de ella. Sin embargo, como cualquier creación
humana, la filosofía tiene limitaciones. No podemos pedir-
les a los médicos que nos hagan vivir eternamente. Así, a
la filosofía no se le pueden pedir verdades absolutas.
¿QUÉ ES FILOSOFÍA?
La filosofía es esencialmente una actividad. Como tal requie-
e tiempo para su ejercicio y sólo mediante su práctica con-
a podemos mejorar nuestro desempeño filosófico. Pero,
qué clase de actividad hablamos? Podríamos dar varias
uestas, todas ellas correctas. Veamos algunas.
La filosofía es una actividad productiva. La actividad filo-
sófica no sólo da lugar a escritos intelectualmente estimu-
lantes, sino que también produce efectos positivos en
nuestras formas de concebir y de vivir la vida; permite
mejorar nuestra capacidad de pensar la realidad de un
modo más profundo y ayuda a perfeccionar el manejo de
nuestros conceptos.
Así, de la misma forma que un carpintero o que un plome-
ro necesita de una caja de herramientas para su trabajo que
consiste, por ejemplo, en hacer sillas o reparar tuberías, el
filósofo también dispone de las suyas para escribir ensayos
y reparar conceptos. En las unidades 2 y 3 conocerás esas
herramientas.
Sin embargo, no debemos juzgar la filosofía únicamente
por sus resultados. También es de enorme importancia la
manera como se hace filosofía, ya que, generalmente, del
procedimiento utilizado depende la calidad del resultado
y para la adecuada solución de distintos problemas se
requiere poner en práctica diversos procedimientos. La filo-
sofía también se debe entender como una actividad crea-
dora. Así, si queremos aprender a filosofar es importante
que seamos creativos y que estimulemos la imaginación.
La filosofía es una actividad práctica. Muchos de los anti-
guos griegos concebían la filosofía como una forma de
vida. Pero, aún hoy, es concebida por muchos de esa
manera. En este sentido, filosofar es desarrollar, con ayuda
del pensamiento, costumbres o hábitos que nos ayuden a
serfelices. Es decir, la sabiduría que busca la filosofía es para
la vida, es una sabiduría práctica.
• La filosofía es una actividad teórica. Los filósofos no sólo
se han puesto como meta lograr la felicidad, el bien o la
belleza. También buscan la verdad. Por esto, según otra
definición de los antiguos griegos, la filosofía es la búsque-
da desinteresada de la verdad.
En este sentido son muchos los caminos que los filósofos
han seguido para alcanzarla.
El ánimo filosófico también está presente en la investiga-
ción científica, sólo que su práctica no siempre está some-
tida a la búsqueda de algo necesario o útil.
La filosofía también es cuestión de pasión. Pasión por el
conocimiento mismo que, cuando es asumido plenamen-
te, se convierte en algo sublime y digno de admirar.
Muchos filósofos han renunciado a privilegios y bienes por
disfrutar del privilegio de dedicarse a pensar.
La filosofía tiene la característica de ponerse por encima
de los detalles y poder alcanzar una mirada general. El que
filosofa contempla el universo y la vida con la misma fas-
cinación con la que puede observarse la inmensidad del
mar, una montaña distante o una ciudad desde las altu-
ras. Elevarse por encima de los detalles para comprender
mejor es adoptar una actitud teórica. Teoría es una pala-
bra griega, que significa contemplación.
EL PAPEL DEL TRABAJO EN LA TRANSFORMACIÓN DEL MONO EN HOMBRE. POR FRIEDRICH ENGELS
El trabajo es la fuente de toda riqueza, afirman los
especialistas en economía política. Lo es, en efecto, a la
par que la naturaleza proveedora de los materiales que
él convierte en riqueza. Pero el trabajo es muchísimo
más que eso. Es la condición básica y fundamental de
toda vida humana. Y lo es en tal grado que hasta cierto
puma debemos decir que el trabajo ha creado al propio
hombre. Hace muchos centenares de afios , en una
época aún no establecida definitivamente, de aquel
período del desarrollo de la tierra que los geólogos lla-
man terciario, probablemente afines de este período,
vivía en algún lugar de la zona tropical una raza de mo-
nos antropomorfos extraordinariamente desarrollada.
Es de suponer que, como consecuencia directa de su
género de vida, por el que las manos, al trepar tenían que
desempeñar funciones distintas a las de los pies, estos
monos se fueron acostumbrando a prescindir de ellas al
caminar por el suelo y empezaron a adoptar más y más
una posición erecta. Fue el paso decisivo para el tránsito
del mono al hombre. [ ... ] y puesto que la posición erecta
había de ser para nuestros peludos antepasados prime-
ro una norma, y luego una necesidad, de aquí se despren-
de que por aquel entonces las manos tenían que
ejecutar funciones cada vez más variadas. Durante la
trepa, como habíamos señalado antes, son utilizadas de
distinta manera que los pies. Las manos sirven funda-
mentalmente para recoger y sostener alimentos, ciertos
monos se ayudan con ellas para construir nidos en los
árboles; y algunos, como el chimpancé, llegan a cons-
truir tejadillos entre las ramas, para defenderse de las
inclemencias del tiempo. La mano les sirve para empu-
ñar garrotes, con los que se defienden de sus enemigos
o para bombardear a éstos con frutos y piedras. Cuando
se encuentran en cautiverio, realizan con las manos
varias operaciones sencillas, que copian de los hombres.
Pero aquí es precisamente donde se ve cuán grand.e es la
distancia que separa la mano primitiva de los monos, de
la mano del hombre. [ ... ] Las funciones para las que
nuestros antepasados fueron adaptando poco a poco
sus manos durante los muchos miles de años que dura
el período de transformación del mono al hombre, sólo
pudieron ser en un principio funciones sumamente
sencillas. [ ... } Antes de que el primer cuchillo de sílex
hubiese sido convertido en cuchillo por la mano del
hombre, debió haber pasado un período de tiempo tan
largo, que en comparación con él, el período histórico
conocido por nosotros resulta insignificante. Pero se
había dado ya el paso decisivo: la mano era libre y podía
adquirir ahora cada vez más destreza y habilidad [ ... ]
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